Película evangélica "El misterio de la piedad: la continuación" Escena 4

En el pasado, pensé que la crucifixión del Señor Jesús nos redimía, nuestros pecados han sido perdonados, y pensé que ser salvado una vez es la eterna salvación, solo hubiera que esperar a que el Señor nos arrebate. Más tarde, vi a Dios diciendo: "...seréis pues santos, porque yo soy santo" (Lev. 11:45). La Biblia dice: "...  la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Heb. 12:14). Aunque se nos perdonan los pecados, a menudo podemos pecar, estar atados por el pecado y no alcanzar la santidad, ¿podemos ser arrebatada al reino de los cielos? Entonces, ¿cómo se aparece y obra el Señor en los últimos días para purificarnos y salvarnos? La película "El misterio de la piedad: la continuación" (IV): ¿Por qué se encarna Dios dos veces para salvar a la humanidad? 

Película evangélica "El misterio de la piedad: la continuación" Escena 4

En la Era de la Gracia, Dios encarnado fue crucificado, tomando Él mismo los pecados del hombre y completando la obra de redención de la humanidad. En los últimos días, Dios ha vuelto a encarnarse para manifestar la verdad y para purificar y salvar al hombre por completo. Entonces, ¿por qué necesita encarnarse Dios dos veces para realizar la obra de salvación del hombre? Dios Todopoderoso dice: "La primera encarnación fue para redimir al hombre del pecado por medio de la carne de Jesús, esto es, Él salvó al hombre desde la cruz, pero el carácter satánico corrupto permaneció en el ser humano. La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado, sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado. Esto se hace de tal forma que los perdonados puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente, y alcanzar un cambio de carácter, liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás y regresando delante del trono de Dios. Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado… La segunda encarnación es suficiente para eliminar los pecados del hombre y purificarlo plenamente. Así pues, la segunda encarnación pondrá fin a toda la obra de Dios en la carne y completará el sentido de la encarnación de Dios" (La Palabra manifestada en carne).