Dios Todopoderoso dice: "¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no añora Mi belleza? ¿Quién no vendrá a la luz?… Mi voz debe difundirse sobre toda la tierra; deseo hablar más a Mi pueblo elegido…". La palabra de Dios Todopoderoso ilustra cómo hemos esperado y ansiado durante estos años el regreso del Señor para reunirnos con Él. Aparte de Dios, nadie podría saber cómo hemos ansiado ver al Señor ni cómo nos sentíamos cuando habíamos caído。
La mayoría de los creyentes en el Señor creen que, mientras cumplamos las palabras del Señor, practiquemos la humildad y la paciencia y sigamos el ejemplo de Pablo de sacrificio, dedicación y trabajo para el Señor, satisfaremos la voluntad de Dios y seremos llevados al reino celestial cuando regrese el Señor. Sin embargo, ¿nos hemos considerado alguna vez si dicha búsqueda realmente se ganaría el elogio del Señor y la admisión al reino celestial? Si no, ¿cómo debemos buscar ganarnos el elogio del Señor para que nos lleve al reino celestial?
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