La Iglesia de Dios Todopoderoso da testimonio de que, en los últimos días, el Señor ha regresado en la carne para expresar la verdad y llevar a cabo Su obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Entonces, ¿por qué Dios tiene que hacerse carne para llevar a cabo Su obra del juicio en los últimos días? ¿No puede realizar esta obra el Espíritu de Dios? ¿Qué diferencia hay entre la obra de Dios encarnado y la obra del Espíritu?
La única manera de asistir al banquete con el Señor pasa por aceptar el juicio y la purificación de Dios de los últimos días
Algunas personas preguntan: “El Señor Jesús ya nos perdonó los pecados y no nos considera pecadores. No es necesario que aceptemos la obra de juicio y purificación de Dios en los últimos días. Cuando el Señor venga podremos ser arrebatados directamente al reino de los cielos y asistir al banquete con Él, ¿no es cierto?”.
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