Canción cristiana | Sólo soy un pequeño ser creado
1
¡Oh, Dios! No importa si tengo estatus o no,
ahora me comprendo a mí mismo.
Si mi estatus es alto, se debe a Tu elevación.
Si mi estatus es bajo, se debe a Tu designio.
¡Oh, Dios! No tengo quejas, no tengo opción.
Todo en Tus manos está.
Determinaste que naciera en este país, entre estas personas
y que sólo sea obediente a Tu dominio.
Sólo soy una pequeña criatura, que recibió la vida del Creador.
Me creaste y ahora me has puesto a Tu merced, en Tus manos.
Quiero ser Tu herramienta y contraste.
Porque este es Tu designio y nadie podrá cambiarlo.
Todo está en Tus manos.
2
¡Oh, Dios! No me importa el estatus. ¡Oh, no!
Sólo soy uno entre criaturas.
Si Tú me pusieras en el lago de fuego y azufre,
en el pozo sin fondo, no soy más que una criatura.
Sólo soy una pequeña criatura, que recibió la vida del Creador.
Me creaste y ahora me has puesto a Tu merced, en Tus manos.
Quiero ser Tu herramienta y contraste.
Porque este es Tu designio y nadie podrá cambiarlo.
Todo está en Tus manos.
3
Si me usas, soy una criatura.
Si me perfeccionas, sigo siendo criatura.
Si no me perfeccionas, amando te seguiré,
sólo soy una criatura.
Sólo soy una pequeña criatura, que recibió la vida del Creador.
Me creaste y ahora me has puesto a Tu merced, en Tus manos.
Quiero ser Tu herramienta y contraste.
Porque este es Tu designio y nadie podrá cambiarlo.
Todo está en Tus manos.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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