Música cristiana de alabanza | Acepta el juicio de Cristo de los últimos días para ser purificado

 

Música cristiana de alabanza | Acepta el juicio de Cristo de los últimos días para ser purificado

 

I

Tú sólo sabes que Jesús descenderá durante los últimos días,

pero ¿cómo lo hará exactamente?

Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido

y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios,

¿puedes ser conforme al corazón de Dios?

Para ti, que aún eres del viejo ser,

es cierto que Jesús te salvó

y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios,

pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro.

¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado?

En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable,

pero sigues deseando descender con Jesús;

¡tendrías que tener tanta suerte!

Te has saltado un paso en tu creencia en Dios:

simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado.

II

Para que seas conforme al corazón de Dios,

Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte;

si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad.

De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios,

porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre,

que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento.

Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido,

no puedes heredar directamente la herencia de Dios.

La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado,

sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado,

salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado.

Esto se hace de tal forma que los perdonados

puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente,

y alcanzar un cambio de carácter,

liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás

y regresando delante del trono de Dios.

Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado.

Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado.

Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

 

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