Versículos bíblicos como referencia:
“En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35).
“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).
“Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:3-5).
Las palabras relevantes de Dios:
Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida.
Extracto de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”
La primera encarnación fue para redimir al hombre del pecado por medio de la carne de Jesús, esto es, Él salvó al hombre desde la cruz, pero el carácter satánico corrupto todavía permaneció en el hombre. La segunda encarnación ya no es para que sirva de ofrenda por el pecado, sino para salvar por completo a los que fueron redimidos del pecado. Esto se hace de tal forma que los perdonados puedan ser librados de sus pecados, ser purificados completamente, y alcanzar un cambio de carácter, liberándose así de la influencia de las tinieblas de Satanás y regresando delante del trono de Dios. Sólo así puede el hombre ser plenamente santificado.
Extracto de ‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Algunas personas siempre piensan: “¿Acaso creer en Dios no es simplemente una cuestión de asistir a reuniones, entonar cánticos, escuchar la palabra de Dios, orar y cumplir algunos deberes? ¿No se trata de eso?”. No importa cuánto tiempo hayáis creído en Dios, seguís sin haber obtenido un entendimiento profundo del significado de creer en Él. En realidad, el significado de la creencia en Dios es tan profundo que las personas son incapaces de comprenderlo. Al final, las cosas que hay en las personas que son de Satanás y las cosas de su naturaleza deben cambiar, y deben volverse compatibles con los requisitos de la verdad; solo de esta forma se puede alcanzar verdaderamente la salvación. Si como solías hacer cuando estabas dentro de la religión, simplemente escupes algunas palabras de doctrina o gritas algunos eslóganes y después llevas a cabo unas cuantas acciones y buenas conductas y te abstienes de cometer algunos pecados, algunos pecados obvios, esto todavía no quiere decir que has entrado en el camino correcto de la creencia en Dios. ¿Acaso que puedas ceñirte a las reglas indica que caminas por la senda correcta? ¿Significa que has escogido correctamente? Si las cosas dentro de tu naturaleza no han cambiado y al final sigues resistiéndote a Dios y ofendiéndolo, entonces este es el mayor de tus problemas. Si en tu creencia en Dios no resuelves este problema, entonces ¿se puede considerar que has sido salvado? ¿Qué quiero decir con esto? Quiero haceros entender a todos en vuestro corazón que una creencia en Dios no puede estar separada de Sus palabras, de Él o de la verdad. Debes escoger bien tu senda, esforzarte en la verdad y en las palabras de Dios. No obtengas solo un conocimiento a medias o un entendimiento a medias y luego pienses que has terminado; si te engañas a ti mismo, solo te harás daño. Las personas no deben desviarse de su creencia en Dios; si al final no tienen a Dios en su corazón y simplemente sostienen un libro y le echan un vistazo fugaz, entonces están acabadas. ¿Qué significa “La creencia del hombre en Dios no puede separarse de Sus palabras”? ¿Lo entendéis? ¿Contradice a: “Una creencia en Dios no puede separarse de Dios”? ¿Cómo puedes tener a Dios en tu corazón si Sus palabras no están en él? Si crees en Dios, pero Él no está en tu corazón ni tampoco Sus palabras o Su guía, entonces estás totalmente acabado.
Extracto de ‘Los que han perdido la obra del Espíritu Santo corren mayor riesgo’ en “Registros de las pláticas de Cristo”
El significado de creer en Dios consiste en ser salvo; así pues, ¿qué significa ser salvo? “Ser salvo”, “apartarse de la influencia oscura de Satanás”: las personas hablan a menudo acerca de estos temas, pero no saben qué significa ser salvado. ¿Qué significa ser salvado? Esto se relaciona con la voluntad de Dios. Hablando coloquialmente, ser salvado significa que puedes seguir viviendo y que eres devuelto a la vida. Así que antes de eso, ¿estás muerto? Puedes hablar y puedes respirar, entonces ¿cómo se puede decir de ti que estás muerto? (El espíritu está muerto). ¿Por qué se dice que las personas están muertas si su espíritu está muerto? ¿En qué se basa este dicho? Antes de ser salvadas, ¿dónde están? (Bajo el campo de acción de Satanás). Las personas viven bajo la influencia de Satanás. ¿De qué dependen para vivir? (Las filosofías y venenos de Satanás). Dependen de su naturaleza satánica y su naturaleza corrupta para vivir. Cuando una persona vive según estas cosas, todo su ser —su carne y todos los demás aspectos, como su alma y su pensamiento— ¿está viva o muerta? Desde el punto de vista de Dios, está muerta. A simple vista, parece que estás respirando y pensando, pero en lo único que piensas constantemente es en el mal; piensas en cosas que desafían a Dios y que se rebelan contra Él, en cosas que Dios detesta, odia y condena. A los ojos de Dios, todas estas cosas no sólo pertenecen a la carne, sino que pertenecen totalmente a Satanás y a los demonios. Así pues, ¿qué son las personas a los ojos de Dios? ¿Son humanos? No, no lo son. Dios las ve como demonios, como animales y como satanases, ¡como satanases vivos! Las personas viven de acuerdo con las cosas y la esencia de Satanás, y, a los ojos de Dios, son satanases vivos revestidos de carne humana. Dios define a esas personas como cadáveres vivientes, como personas muertas. Dios lleva a cabo Su actual obra de salvación para tomar a esas personas —a estos cadáveres vivientes que viven de acuerdo con su carácter satánico corrupto y su esencia satánica corrupta—, Él toma a estas así llamadas personas muertas, y las convierte en seres vivos. Eso es lo que significa ser salvado.
El objetivo de creer en Dios es alcanzar la salvación. Ser salvado significa que pasas de ser una persona muerta a ser una persona viva. La implicación de esto es que tu respiración es revivida y estás vivo; puedes conocer a Dios y inclinarte para adorarlo. En tu corazón, ya no te resistes a Dios; ya no lo desafías, ya no lo atacas ni te rebelas en Su contra. Sólo las personas como estas están auténticamente vivas a los ojos de Dios. Si alguien simplemente dice que reconoce a Dios y cree en su corazón que existe un Dios, ¿forma parte de los vivos o no? (No, no es así). Entonces, ¿qué clase de personas son los vivos? ¿Qué clase de realidad poseen los vivos? Al menos, los vivos pueden hablar el lenguaje humano. ¿Qué es eso? Significa que las palabras que pronuncian tienen que ver con ideas, pensamientos, discernimiento. ¿En qué cosas piensan y qué hacen con frecuencia? Son capaces de hacer actividades humanas y cumplir con sus deberes. ¿Cuál es la naturaleza de todo lo que hacen y dicen? Implica que todo lo que revelan, todo lo que piensan y todo lo que hacen se hace con la naturaleza de temer a Dios y rechazar el mal. Dicho de una manera más apropiada, ninguna de tus acciones y ninguno de tus pensamientos son condenados por Dios o detestados y rechazados por Él; por el contrario, son aprobados y encomendados por Dios. Esto es lo que hacen los vivos y es también lo que los vivos deben hacer.
Extracto de ‘Sólo si se es verdaderamente obediente se tiene una creencia auténtica’ en “Registros de las pláticas de Cristo”
Aquellos que viven bajo la influencia de la oscuridad son los que viven en medio de la muerte, son los que Satanás posee. Sin que Dios las salve y sin que Dios las juzgue y las castigue, las personas no pueden escapar de la influencia de la muerte, no se pueden convertir en los vivos. Estos muertos no pueden dar testimonio de Dios, ni tampoco Dios los puede usar, mucho menos pueden entrar al reino. Dios quiere el testimonio de los vivos, no de los muertos, y Él pide que los vivos, no los muertos, trabajen para Él. “Los muertos” son los que se oponen y se rebelan contra Dios, son los que son insensibles en espíritu y no entienden las palabras de Dios, son los que no ponen la verdad en práctica y no tienen la más mínima lealtad a Dios, y son los que viven bajo el campo de acción de Satanás y que son explotados por Satanás. Los muertos se muestran oponiéndose a la verdad, rebelándose contra Dios y siendo viles, despreciables, maliciosos, brutos, engañosos e insidiosos. Aunque esas personas coman y beban las palabras de Dios, no pueden vivir las palabras de Dios; viven, pero son los muertos vivientes, son cadáveres que respiran. Los muertos son totalmente incapaces de agradar a Dios, mucho menos pueden obedecerlo absolutamente. Sólo pueden engañarlo, blasfemar contra Él y traicionarlo, y todo lo que viven revela la naturaleza de Satanás. Si las personas quieren convertirse en seres vivientes, y dar testimonio de Dios, y que Dios los apruebe, deben aceptar la salvación de Dios, se deben someter gustosamente a Su juicio y castigo y deben aceptar gustosamente la poda y el trato de Dios. Sólo entonces podrán poner en práctica todas las verdades que Dios exige, y sólo entonces obtendrán la salvación de Dios y verdaderamente se convertirán en seres vivientes. Dios salva a los vivos, Dios los ha juzgado y castigado, están dispuestos a consagrarse y están felices de darle sus vidas a Dios, y con gusto dedicarían todas sus vidas a Dios. Sólo cuando los vivos dan testimonio de Dios, Satanás puede ser avergonzado; sólo los vivos pueden esparcir la obra del evangelio de Dios, sólo los vivos son conforme al corazón de Dios, y sólo los vivos son personas reales. Originalmente el hombre que Dios hizo estaba vivo, pero debido a la corrupción de Satanás, el hombre vive en medio de la muerte, y vive bajo la influencia de Satanás, y así estas personas se han convertido en los muertos que no tienen espíritu, se han convertido en enemigos que se oponen a Dios, se han convertido en las herramientas de Satanás, y se han convertido en los cautivos de Satanás. Todas las personas vivientes que Dios creó se han convertido en muertos, y por eso Dios ha perdido Su testimonio y Él ha perdido a la humanidad que Él creó y que es lo único que tiene Su aliento. Si Dios ha de recuperar Su testimonio, y recuperar a los que Su propia mano hizo pero que Satanás ha tomado cautivos, entonces Él los debe resucitar para que se conviertan en seres vivientes, y Él los debe reclamar para que vivan en Su luz. Los muertos son los que no tienen espíritu, que son insensibles en extremo y que se oponen a Dios. Además, son los que no conocen a Dios. Estas personas no tienen la más mínima intención de obedecer a Dios, sólo se rebelan contra Él y se oponen a Él y no tienen la más mínima lealtad. Los vivos son aquellos cuyos espíritus han vuelto a nacer, que saben obedecer a Dios y que son leales a Dios. Poseen la verdad y el testimonio y sólo estas personas son agradables a Dios en Su casa.
Extracto de ‘¿Eres alguien que ha cobrado vida?’ en “La Palabra manifestada en carne”
Independientemente de lo que [Dios] hace o de los medios por los que lo hace, del coste o de Su objetivo, el propósito de Sus acciones no cambia. Su objetivo consiste en introducir en el hombre las palabras, los requisitos y la voluntad de Dios para él; dicho de otro modo, esto es producir en el ser humano todo lo que Él cree positivo según Sus pasos, permitiéndole comprender Su corazón y entender Su esencia, así como obedecer Su soberanía y Sus disposiciones, para que él pueda alcanzar el temor de Dios y apartarse del mal; todo esto es un aspecto del propósito de Dios en todo lo que Él hace. El otro aspecto es que, siendo Satanás el contraste y el objeto de servicio en la obra de Dios, el hombre queda a menudo en sus manos; este es el medio que Él usa para permitirles ver a las personas la maldad, la fealdad y lo despreciable de Satanás en medio de las tentaciones y los ataques, provocando así que las personas lo aborrezcan y sean capaces de conocer y reconocer aquello que es negativo. Este proceso les permite liberarse gradualmente del control de Satanás, de sus acusaciones, interferencias y ataques hasta que, gracias a las palabras de Dios, su conocimiento de Él y su obediencia a Él, así como su fe en Él y su temor de Él, triunfen sobre los ataques y las acusaciones de Satanás. Sólo entonces se habrán liberado por completo del campo de acción de Satanás. La liberación de las personas significa que ha sido derrotado, que ellas han dejado de ser comida en su boca y que, en lugar de tragárselos, Satanás ha renunciado a ellos. Esto se debe a que esas personas son rectas, tienen fe, obediencia, y le temen a Dios, y porque rompen del todo con Satanás. Acarrean vergüenza sobre este, lo convierten en un cobarde, y lo derrotan por completo. Su convicción al seguir a Dios, su obediencia a Él y su temor de Él derrotan a Satanás, y hacen que este las abandone completamente. Sólo las personas como estas han sido verdaderamente ganadas por Dios, y este es Su objetivo supremo al salvar al hombre. Si desean ser salvados y totalmente ganados por Dios, entonces todos los que le siguen deben afrontar tentaciones y ataques, tanto grandes como pequeños, de Satanás. Los que emergen de estas tentaciones y ataques, y son capaces de derrotar por completo a Satanás son aquellos a los que Dios ha salvado. Es decir, los salvos en Él son los que han pasado por Sus pruebas, y han sido tentados y atacados por Satanás innumerables veces. Estos entenderán Su voluntad y Sus requisitos, pueden someterse a Su soberanía y a Sus disposiciones, y no abandonan el camino de temer a Dios y apartarse del mal en medio de las tentaciones de Satanás. Los salvados en Él son honestos, bondadosos, diferencian entre el amor y el odio, tienen sentido de la justicia, son racionales, capaces de preocuparse por Dios y valorar todo lo que es de Él. Satanás no puede atar, espiar, acusar a estas personas ni maltratarlas; son completamente libres, han sido liberadas y puestas por completo en libertad.
Extracto de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II’ en “La Palabra manifestada en carne”
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