El Señor Jesús dijo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo»” (Mateo 25:6). Se profetiza en el Apocalipsis: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). De esto sabemos que el Señor llamará a la puerta de nuestro corazón cuando regrese. Las vírgenes prudentes saben investigar con humildad y escuchar con atención la voz de Dios al oír la noticia Su regreso, así que lo acogerán y asistirán al banquete del Cordero. Ahora estamos en el final de los últimos días, mucha gente está dando testimonio de que el Señor ha regresado, esto cumple justamente el verso «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo». Entonces, si queremos ser las vírgenes prudentes para poder acoger al Novio, hemos de dar la importancia a escuchar la voz de Dios, solo así podemos seguir Sus huellas. Tal como lo que Dios dice: “Dondequiera que Dios aparece, allí se expresa la verdad y estará la voz de Dios. Solo los que pueden aceptar la verdad podrán escuchar la voz de Dios y solo tales personas son aptas para presenciar la aparición de Dios”.
Recibiendo el regreso del Señor, pensamos en la parábola de las diez vírgenes. Las vírgenes prudentes se centraron en escuchar la voz de Dios y salieron a recibir al Señor, siguiendo Sus huellas. Aquellas vírgenes insensatas que se aferraron a sus propios conceptos e imaginaciones y no dieron importancia a oír la voz de Dios se perdieron el regreso del Señor. Entonces, para recibir el regreso del Señor, debemos ser una virgen prudente. Puede hacer clic en medios de contacto abajo para discutir y comunicarse con nosotros.
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