La Palabra de Dios | La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo (III) Parte 4
Dios Todopoderoso dice: "En Su corazón, el Señor Jesús estaba dispuesto a ofrecerse por la humanidad, a sacrificarse. También lo estaba a actuar como ofrenda por el pecado, a ser clavado a la cruz, y estaba ansioso por completar esta obra. Cuando vio las condiciones miserables de las vidas humanas, todavía quiso cumplir Su misión a la mayor rapidez posible, sin el retraso de un solo minuto o segundo. Cuando tuvo ese sentimiento de urgencia, no estaba pensando en lo grande que sería Su dolor ni en cuanta humillación tendría que soportar; solo tenía una convicción en Su corazón: mientras Él se ofreciera, y fuera clavado a la cruz como ofrenda por el pecado, la voluntad de Dios prevalecería y Él podría comenzar una nueva obra. La vida de la humanidad y su estado de existencia en el pecado, cambiarían por completo. Su convicción y lo que estaba decidido a hacer guardaban relación con salvar al hombre, y solo tenía un objetivo: llevar a cabo la voluntad de Dios, de manera que pudiese iniciar, con éxito, el siguiente paso en Su obra. Esto es lo que había en la mente del Señor Jesús en aquella época".
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