Dios dice: “La fuerza de vida de Dios puede prevalecer sobre cualquier poder; además, excede cualquier poder. Su vida es eterna, Su poder extraordinario, y Su fuerza de vida ningún ser creado o fuerza enemiga la puede aplastar fácilmente. La fuerza de vida de Dios existe e irradia su reluciente resplandor, independientemente del tiempo o el lugar. El cielo y la tierra pueden sufrir grandes cambios, pero la vida de Dios para siempre es la misma. Todas las cosas pasan, pero la vida de Dios todavía permanece porque Dios es la fuente de la existencia de todas las cosas y la raíz de su existencia. La vida del hombre proviene de Dios, la existencia del cielo se debe a Dios, y la existencia de la tierra procede del poder de la vida de Dios”. (De “Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna”) La extraordinaria y grande fuerza de vida de Dios no sólo se revela en todas las cosas, sino que también en aquellos que siguen a Dios.
Mire la Peliculas cristianas basadas en hechos reales “Marcada a fuego” para ver cómo la protagonista prevaleció las fuerzas malvadas de Satanás por medio las palabras de Dios durante sus 28 años de persecución.
Película cristiana completa | Marcada a fuego | 28 años de persecución sangrienta y desgarradora por parte del PCCh
Li Chenxi asiste a reuniones y lee la Biblia con sus padres desde pequeña. En 1988, con solo 13 años, la detienen en una reunión y la encierran en un pequeño y oscuro cuarto durante un día y dos noches. Desde entonces, el PCCh nunca deja de perseguirla. La policía la detiene de nuevo a los 17 años por distribuir libros de la palabra de Dios a otros hermanos y hermanas de la iglesia. Con el fin de forzarla a revelar el origen de los libros, la policía golpea brutalmente a su padre delante de ella y la pasea por las calles señalada como “presa política”. En 1996, la policía detiene a Li Chenxi una vez más. No le queda más remedio que huir de su localidad natal y emprender una vida de fugitiva. El acoso y la intimidación frecuentes de la policía del PCCh convierten la vida de toda su familia en un continuo estado de terror. Incapaz de soportar el estrés y el miedo prolongados, su madre sufre una crisis nerviosa y su padre, que ya padecía problemas de salud, ve deteriorado aún más su estado a consecuencia de la brutal paliza de la policía. Una familia antaño feliz queda así destrozada. Durante su huida, Li Chenxi difunde el evangelio por todo el país junto a sus hermanos y hermanas. Reprimidos y detenidos reiteradamente, sufren bajo el imperio del terror del PCCh. A algunos hermanos y hermanas los detienen y torturan salvajemente. A otros los matan a golpes y otros más reciben condenas de cárcel de más de diez años. A finales de 2012, a Li Chenxi la vuelven a detener mientras comparte el evangelio y es sometida a cuatro largos meses de interrogatorios, intentos de extorsión para que confiese y lavado de cerebro.