El sol de justicia se levanta por el Este.
¡Oh, Dios! Tu gloria llena el cielo y la tierra.
Amado hermoso, Tu amor envuelve mi corazón.
Los que buscan la verdad aman a Dios, único y absoluto.
Por la mañana temprano, aunque me levanto sola,
hay gozo en mi corazón porque medito sobre las palabras de Dios.
Sus palabras amables, como las de una madre cariñosa; Sus palabras de juicio, severas como la regañina de un padre.
Nada más amo en el mundo, sólo amo a Dios Todopoderoso con todo mi corazón.
Ah, ey, ah, ey.
Ah, ey, ah, ey.
Nada más amo en el mundo, sólo amo a Dios Todopoderoso con todo mi corazón.
La voluntad de Dios se ha revelado para perfeccionar a aquellos que realmente lo aman.
Inocentes, palpitantes de vida, ofreced vuestras alabanzas a Él.
Un baile alegre es hermoso, saltos y brincos alrededor del trono.
Venimos de los cuatro confines de la tierra, convocados por la voz de Dios.
Sus palabras de vida nos fueron concedidas, somos purificados por Su juicio.
El amor se fortalece con el refinamiento. Es dulce gozar del amor de Dios.
Dios Todopoderoso es tan hermoso, sólo lo amo a Él.
Ah, ey, ah, ey.
Ah, ey, ah, ey.
Dios Todopoderoso es tan hermoso, sólo lo amo a Él.
Ah, ey, ah.
Eh, eh.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”