Canción cristiana | El símbolo del carácter de Dios

 

Canción cristiana | El símbolo del carácter de Dios

 

I

El carácter de Dios contiene Su amor, Su consuelo

y Su odio, contiene Su absoluta comprensión de la humanidad.

El carácter de Dios,

el carácter de Dios es lo que el Soberano,

el Creador de la vida y la creación posee.

El carácter de Dios representa honra, nobleza y poder,

representa grandeza y supremacía.

El carácter de Dios.

Dios es por siempre supremo y digno,

y el hombre siempre es ruin e innoble.

Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,

y el hombre toma y obra siempre para él mismo.

II

El carácter de Dios es el símbolo de la autoridad, de lo justo,

y de todo lo que es bueno y hermoso.

El carácter de Dios

simboliza que no hay fuerza hostil o tiniebla

que pueda atacar o reprimir a Dios.

Nada puede ni se le permite ofenderle.

El carácter de Dios es el signo del poder supremo.

El carácter de Dios.

Nadie puede o debe afectar Su obra o Su carácter.

Dios obra siempre para la existencia de la humanidad,

sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia.

III

Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés,

porque su labor siempre es para él, y no para los demás.

Dios es por siempre supremo y digno,

y el hombre siempre es ruin e innoble.

Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,

y el hombre toma y obra siempre para él mismo.

El hombre siempre toma, Dios siempre da.

Dios es la fuente de todo lo justo, bueno y hermoso,

mientras que el hombre es el sucesor,

el que expresa toda la fealdad y el mal.

La justa esencia de Dios nunca cambiará.

Dios es por siempre supremo y digno,

y el hombre siempre es ruin e innoble.

Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,

y el hombre toma y obra siempre para él mismo.

Dios obra siempre para la existencia de la humanidad,

sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia.

Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés,

porque su labor siempre es para él y no para los demás.

Dios es por siempre supremo y digno,

y el hombre siempre es ruin e innoble.

La noble y justa esencia de Dios nunca cambiará,

Él nunca cambiará Su esencia.

Pero en cualquier momento o lugar el hombre puede

traicionar la justicia, y alejarse de Dios.

 

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

 

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