La obra de juicio es representativa y no se lleva a cabo especialmente para una cierta persona, más bien, es la obra en la que un grupo de personas es juzgado con el fin de representar el juicio de toda la humanidad.
El “juicio” en las palabras anteriormente habladas —el juicio comenzará por la casa de Dios— se refiere al juicio que Dios pasa hoy sobre aquellos que vienen ante Su trono en los últimos días.
debido a que nuestros caracteres corruptos están profundamente arraigados, todavía cometemos pecados y nos resistimos a Dios, atrapados en un ciclo de cometer pecados y luego confesarlos. Si queremos sacudirnos completamente los grilletes del pecado y volvernos santos, debemos ser juzgados y purificados por la obra de la segunda encarnación de Dios.
En los últimos días, la obra del juicio y la purificación de Dios es el juicio del gran trono blanco predicho por Apocalipsis. Se ha cumplido la profecía: “Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios” (1 Pedro 4:17).