Dios mira Sus creaciones, vigila, día tras día, observa.
Con humildad, prueba, oculto, la vida, ve lo que el hombre hace aquí.
¿Quién se ofrece de corazón a Dios?
¿Quién prefiere buscar verdad?
¿Quién se aferra a Dios, y cumple con Él,
con su promesa y deber?
¿Quién convive con Dios en su alma?
¿Quién lo ama tanto como a su propio vivir?
¿Quién ve Su divinidad relucir,
o ha querido tocarlo y sentir?
Si las personas se ahogan, Dios vendrá.