En el hombre sólo existe la palabra incierta de la fe, sin embargo, el hombre no sabe qué constituye la fe, mucho menos por qué tiene fe. El hombre entiende muy poco y al hombre mismo le falta demasiado; él meramente tiene fe en Mí sin conciencia y con ignorancia. Aunque no sabe lo que es la fe ni por qué tiene fe en Mí, sigue haciéndolo de un modo obsesivo.