Cuando Dios encarnado viene a hacer Su obra en la tierra,
la errónea noción del hombre sobre Él
será descubierta por siempre,
porque la normalidad y la realidad de Dios encarnado
es lo opuesto a la incierta y mítica idea sobre Él.
Sólo por este contraste que el viejo concepto del hombre se revela.
Sólo Dios lo puede hacer.
Los últimos días es el nombre de una era,
como las Eras de la Ley y de la Gracia,
no de los últimos años o meses,
y difiere mucho de esas dos eras.
La obra de los últimos días no se hace en Israel,
sino entre los gentiles.
La palabra ayuda al hombre a entender misterios
y la obra de Dios en la historia.
Da al hombre iluminación del Espíritu Santo,
y revela misterios escondidos por siglos.
Explica la obra de profetas y apóstoles,
y las reglas que obedecieron.
La palabra revela el carácter de Dios,
y la rebeldía y esencia del hombre.
El conocimiento de Dios no depende de la experiencia
ni de la imaginación.
Estas no deben ser impuestas a Dios.
Pues no importa lo ricas que la experiencia humana y la fantasía sean,
están limitadas, no son hechos ni verdad,
siendo tan incompatibles con el carácter real de Dios,
siendo tan inconsistentes con Su esencia real.
La obra de Dios está hecha por Él mismo.
Es quien la pone en acción y también quien la concluye.
Es Él quien la planea, la gestiona y más allá, la hace prosperar.
De manifiesto en la Biblia está: “Dios es el principio y el final;
Dios es el Sembrador y también el Segador.
Dios es el principio y el final”.
Zhou Zhiyong es un cristiano detenido por la policía del Partido Comunista de China por compartir el evangelio. Tras quince días de brutal tortura, durante los cuales su interrogatorio no dio resultado, el Gobierno del PCCh lo libera de forma repentina. Zhou Zhiyong se alegra en silencio de abandonar aquel malvado lugar.
El diálogo cómico Una cárcel sin muros narra la historia de Han Mei, quien ha huido al extranjero y rememora aquellos amargos tiempos en que vivía como cristiana en la China atea. La policía del PCCh detuvo a Han Mei por predicar el evangelio, pero ni siquiera después de su liberación pudo escapar a las malvadas garras del Gobierno del PCCh.
El diálogo cómico Ojos por todas partes describe el modo en que el Partido Comunista de China trata de prohibir la religión por medio de búsquedas a gran escala por todo el país y convirtiendo a personas de todas las clases y sectores sociales en ojos que investigan, controlan y vigilan a los cristianos.
En nombre de la seguridad pública, el Partido Comunista de China instala por todas partes unos ojos electrónicos cuyos verdaderos propósitos son atacar a los disidentes y perseguir a los creyentes religiosos con métodos de alta tecnología. Los cristianos afrontan graves desafíos al tratar de sobrevivir bajo una vigilancia tan intensa.
El significado interior de la conquista del hombre es volver al Creador.
El hombre debe dar la espalda a Satanás y dirigirse por completo a Dios.
Es la completa salvación del hombre; la ardua conquista, la batalla final.
Es la última etapa del plan victorioso de Dios.