Dios busca a quien anhela que, anhela que Él aparezca.
Dios busca a quien no se opone, un niño obediente ante Él.
Dios busca a quien es capaz de oír Su palabra,
aceptar lo que Él ha encomendado, y ofrecerle cuerpo y corazón.
Si no existe nada, nada que obstruya tu devoción a Dios,
Él te mirará, te mirará con favor, oh...
Dios te concederá Sus bendiciones, oh, sí, oh...
¡Dios te concederá Sus bendiciones!