El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto.
1. No digas a ciegas lo que venga a tu mente. En tu corazón debe haber una carga; es decir, debes tener un objetivo cuando ores.
2. La oración debe contener las palabras de Dios; debe basarse en las palabras de Dios.
3. Cuando ores, no debes reincidir en temas obsoletos. Debes concentrarte en las palabras actuales de Dios y, cuando ores, cuéntale a Dios tus pensamientos más íntimos.
4. La oración grupal se debe centrar alrededor de un núcleo,