¿A qué personas salva Dios? ¿A qué personas elimina Él?

 

¿A qué personas salva Dios? ¿A qué personas elimina Él?

 

Las palabras relevantes de Dios:

 

Los que pertenecen a Satanás no entienden las palabras de Dios, y los que pertenecen a Dios pueden oír Su voz. Todos los que son conscientes de las palabras que hablo y las entienden son los que se salvarán, y darán testimonio de Dios; todos aquellos que no entienden las palabras que hablo no pueden dar testimonio de Él, y son los que serán eliminados.

 

de ‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Los muertos son los que no tienen espíritu, que son insensibles en extremo y que se oponen a Dios. Además, son los que no conocen a Dios. Estas personas no tienen la más mínima intención de obedecer a Dios, sólo se rebelan contra Él y se oponen a Él y no tienen la más mínima lealtad. Los vivos son aquellos cuyos espíritus han vuelto a nacer, que saben obedecer a Dios y que son leales a Dios. Poseen la verdad y el testimonio y sólo estas personas son agradables a Dios en Su casa. Dios salva a los que pueden cobrar vida, que pueden ver la salvación de Dios, que pueden ser leales a Dios y que están dispuestos a buscar a Dios. Él salva a los que creen en la encarnación de Dios y creen en Su aparición. Algunas personas pueden cobrar vida y algunas personas no; esto depende de si su naturaleza puede ser salvada o no. Muchas personas han escuchado un montón de palabras de Dios pero no entienden la voluntad de Dios, han escuchado muchas palabras de Dios pero todavía no son capaces de ponerlas en práctica, son incapaces de vivir cualquier verdad y también interfieren deliberadamente con la obra de Dios. Son incapaces de hacer ninguna obra de Dios, no pueden consagrar nada a Él, y también en secreto gastan el dinero de la iglesia y comen en la casa de Dios gratis. Estas personas están muertas y no serán salvas. Dios salva a todos los que están en medio de Su obra. Pero hay una parte de ellos que no puede recibir Su salvación; sólo un pequeño número puede recibir Su salvación porque la mayoría de las personas están demasiado muertas, están tan muertas que no pueden ser salvadas, Satanás las ha explotado totalmente y, por naturaleza, son demasiado maliciosas. Ese pequeño número de personas tampoco fue completamente capaz de obedecer a Dios. No fueron esos que habían sido absolutamente fieles a Dios desde el principio, ni que tenían el mayor amor por Dios desde el principio; en cambio, se han vuelto obedientes a Dios gracias a Su obra de conquista, ven a Dios gracias a Su amor supremo, hay cambios en su carácter gracias al justo carácter de Dios, y han llegado a conocer a Dios gracias a Su obra que es tanto práctica como normal.

 

de ‘¿Has cobrado vida?’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Dios siempre ha perfeccionado a los que le sirven. Él no los expulsa con ligereza. Si tú realmente aceptas el juicio y el castigo de la palabra de Dios, si puedes dejar de lado tus viejas prácticas y reglas religiosas, y dejar de usar las antiguas nociones religiosas como la medida de la palabra de Dios de hoy, sólo entonces habrá un futuro para ti. Pero si tú te aferras a cosas viejas, si aún las atesoras, entonces no hay manera de que puedas ser salvado. Dios no les presta atención a personas como esas.

 

de ‘La forma religiosa de servicio debe prohibirse’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Quienes auténticamente creen en Dios son aquellos que están dispuestos a poner en práctica la palabra de Dios, y son aquellos que están dispuestos a practicar la verdad. Aquellos que auténticamente pueden ser testigos de Dios son también aquellos que están dispuestos a poner Su palabra en práctica, y son aquellos que pueden realmente estar del lado de la verdad. Aquellos que emplean engaños y que hacen injusticia son todas personas que no tienen verdad y todas traen vergüenza a Dios. Aquellos en la iglesia que participan en disputas son lacayos de Satanás, y son la incorporación de Satanás. Este tipo de persona es demasiado malvada. Aquellos que no tienen discernimiento y son incapaces de ponerse de parte de la verdad, albergan malas intenciones y manchan la verdad. Estas personas son aún representantes más típicos de Satanás; están más allá de la redención y no hace falta decir que son todos objetos de eliminación. A los que no practican la verdad no se les debe permitir permanecer en la familia de Dios, ni tampoco a los que deliberadamente destruyen a la iglesia. Pero este no es el momento de hacer la obra de expulsión. Ellos simplemente serán expuestos y eliminados al final. No se debe hacer más obra inútil sobre estas personas; aquellos que pertenecen a Satanás son incapaces de permanecer en el lado de la verdad, mientras que aquellos que buscan la verdad pueden estar del lado de la verdad. Aquellos que no practican la verdad son indignos de oír el camino de la verdad e indignos de dar testimonio de la verdad. La verdad básicamente no es para sus oídos, sino más bien se habla para los oídos de aquellos que la practican. Antes de que se revele el fin de cada persona, aquellos que molestan a la iglesia e interrumpen la obra serán dejados a un lado. Una vez que la obra esté completa, estas personas serán expuestas una tras otra antes de ser eliminadas. Mientras sea el tiempo de proporcionar la verdad, no se les tomará en cuenta por el momento. Cuando toda la verdad se revele al hombre esas personas deben ser eliminadas, ya que también será el momento en que todas las personas se clasificarán según su especie. Debido a su mezquina inteligencia, aquellos que no tienen discernimiento vendrán a la ruina en manos de personas malvadas y serán desviados por personas malvadas y no podrán regresar. Estas personas deben ser manejadas de esta manera, ya que no aman la verdad, porque son incapaces de ponerse del lado de la verdad, porque siguen a las personas malvadas, porque están del lado de las personas malvadas, y porque están aliados con malvados y desafían a Dios. Saben perfectamente que esas personas malvadas irradian el mal, pero endurecen sus corazones y las siguen, y se mueven en contra de la verdad. ¿No están haciendo el mal estas personas que no practican la verdad, sino que hacen cosas destructivas y abominables? Aunque hay entre ellos los que se llaman “reyes” y los que les siguen su rastro, ¿no son todas sus naturalezas igualmente desafiantes para Dios? ¿Qué excusa pueden tener para decir que Dios no los salva? ¿Qué excusa pueden tener para decir que Dios no es justo? ¿No es su propio mal el que los destruirá? ¿No es su propia rebeldía la que los arrastrará al infierno? Aquellos que practican la verdad, al final, serán salvos y perfeccionados a través de la verdad. Aquellos que no practican la verdad al final invitarán a la ruina a través de la verdad. Estos son los fines que esperan a los que practican la verdad y a los que no la practican.

 

de ‘Una advertencia a los que no practican la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Algunos se comportan mojigata y decentemente en presencia de Dios, y, particularmente, “con buenos modales”, pero se vuelven desafiantes y desenfrenados en presencia del Espíritu. ¿Contaríais a un hombre así en las filas de los honestos? Si eres un hipócrita y experto en socializar, entonces Yo te digo que definitivamente eres uno de los que juega con Dios. Si tus palabras están llenas de excusas y justificaciones que nada valen, entonces Yo te digo que eres alguien muy poco dispuesto a practicar la verdad. Si tienes muchas confidencias que eres reacio a compartir y estás muy poco dispuesto a dejar al descubierto tus secretos —es decir, tus dificultades— ante los demás con el fin de buscar el camino de la luz, entonces digo que eres alguien que no recibirá la salvación fácilmente y que no saldrá fácilmente de las tinieblas. Si buscar el camino de la verdad te causa placer, entonces eres alguien que vive siempre en la luz. Si te sientes muy contento de ser un hacedor de servicio en la casa de Dios, trabajando de forma diligente y concienzuda en la oscuridad, siempre dando y nunca quitando, entonces Yo te digo que eres un santo leal, porque no buscas ninguna recompensa y estás simplemente siendo un hombre honesto. Si estás dispuesto a ser franco, si estás dispuesto a esforzarte al máximo, si eres capaz de sacrificar tu vida por Dios y mantener el testimonio, si eres honesto hasta el punto en que sólo sabes satisfacer a Dios y no considerarte o tomar las cosas para ti mismo, entonces Yo digo que este tipo de persona es la que se alimenta en la luz y vivirá para siempre en el reino.

 

de ‘Tres advertencias’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Algunas personas abandonan cuando algunas cosas negativas les sobrevienen, y son incapaces de levantarse después de cada revés. Todas estas personas son necios que no aman la verdad y no obtendrán la verdad aun si viven toda una vida de fe. ¿Cómo podrían seguir hasta el final tales necios? Las personas astutas y las que tienen de verdad la cualidad interior y entienden los asuntos espirituales son buscadoras de la verdad, y ocho de cada diez veces son capaces de lograr alguna inspiración, alguna lección, algún esclarecimiento y algún progreso. Cuando a un necio que no entiende los asuntos espirituales le ocurre diez veces lo mismo, ni una sola vez obtendrá un beneficio de vida y ni una sola vez efectuará un cambio ni entenderá su naturaleza. Fracasa diez veces, se tropieza diez veces, pero sigue sin despertar y tampoco busca la verdad para encontrar la raíz del problema. Sin importar cuántos sermones pueda escuchar ese tipo de persona, nunca entenderá la verdad: es una causa perdida. Cada vez que se tropieza necesita a alguien más para que lo ayude a volver a levantarse, para persuadirlo. Si no es persuadido o no se le extiende la mano, simplemente no vuelve a levantarse. Cada vez que ocurre, hay peligro de que caiga, y cada vez existe el peligro de que degenere. ¿No es esto el final para esa persona? ¿Sigue existiendo alguna razón para que estas personas inútiles sean salvas? La salvación de Dios hacia la humanidad es la salvación para aquellos que aman la verdad. Es la salvación para aquellos que tienen fuerza de voluntad y determinación, aquellos que aspiran a la verdad y la justicia. Decir que alguien tiene determinación significa que anhela la justicia, la bondad y la verdad, y que tiene conciencia. Dios obra en estas personas para que puedan comprender y obtener la verdad, para que su corrupción pueda ser limpiada y su carácter de vida pueda transformarse. Si dentro de ti no existe amor por la verdad y si no aspiras a la justicia y a la luz, entonces, cuandoquiera que te encuentres con el mal no tendrás la voluntad para desechar las cosas malignas ni la determinación para padecer dificultades, y si tu conciencia está adormecida, tu capacidad de recibir la verdad también lo está; no eres sensible a la verdad ni a las cosas que ocurren; no eres capaz de distinguir nada y no tienes la capacidad de manejar o resolver las cosas; por tanto, no hay forma de ser salvo. Esta clase de persona no tiene nada por lo que se la pueda recomendar, nada con lo que merezca la pena obrar. No responde, sin importar con cuánta claridad o con cuánta transparencia Dios hable acerca de la verdad, como si la persona estuviera muerta. ¿Acaso no ha acabado todo para ella? Cualquiera que tenga aliento puede salvarse mediante la respiración artificial. Pero si la persona ya ha muerto y su alma ha partido, la respiración artificial será inútil. Una vez que te ocurre algo te encoges y no das testimonio; por tanto, nunca puedes ser salvado, y estás completamente acabado.

 

de ‘Las personas confundidas no pueden ser salvas’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

 

Tales hombres no entienden la nueva obra, sino que están llenos de conceptos interminables. No cumplen con ninguna función en la iglesia; más bien, siembran cizaña y esparcen negatividad por todas partes, incluso al punto de participar de toda clase de mal comportamiento y disturbios en la iglesia, arrojando así a la confusión y el desconcierto a aquellos que carecen de discernimiento. Estos demonios vivos, estos espíritus malignos, deberían irse de la iglesia lo antes posible, no sea que la iglesia quede arruinada por su culpa. Tal vez no le temas a la obra del presente, pero ¿no le temes acaso al castigo justo del mañana? Hay una gran cantidad de personas en la iglesia que son parásitos, así como también una gran cantidad de lobos que buscan trastornar la obra normal de Dios. Son demonios enviados por el Diablo, lobos feroces que buscan devorar a los corderos ignorantes. Si estos supuestos hombres no son expulsados, se transforman en parásitos en la iglesia y en polilla que devoran las ofrendas. Un día, ¡todos estos gusanos despreciables, ignorantes, ruines y repulsivos serán castigados!

 

de ‘Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Aquellos que sólo piensan en su carne y les gusta la comodidad, aquellos cuya fe es ambigua, aquellos que se involucran en la medicina de brujería y la hechicería, aquellos que son promiscuos y andrajosos y harapientos, aquellos que le roban los sacrificios a Jehová y Sus posesiones, aquellos que aman los sobornos, aquellos que ociosamente sueñan con ir al cielo, aquellos que son arrogantes y engreídos y sólo luchan por la fama personal y la fortuna, aquellos que esparcen palabras impertinentes, aquellos que blasfeman a Dios mismo, aquellos que no hacen nada sino hacer juicios contra Dios mismo y lo calumnian, aquellos que se agrupan con otros y tratan de formar un grupo independiente, aquellos que se exaltan más alto que Dios, aquellos hombres y mujeres jóvenes frívolos y hombres y mujeres de edad media y avanzada que son atrapados en el libertinaje, aquellos hombres y mujeres que disfrutan de la fama y la fortuna personales y buscan el estatus personal entre los demás, aquellas personas impenitentes que están atrapadas en el pecado, ¿no están todos más allá de la salvación? Libertinaje, pecaminosidad, medicina de brujería, hechicería, obscenidad y palabras impertinentes, todos desenfrenados entre vosotros mientras las palabras de verdad y vida son pisoteadas entre vosotros y el lenguaje santo es profanado entre vosotros. ¡Vosotros prole de gentiles, hinchados de inmundicia y desobediencia! ¿En dónde terminaréis? ¿Cómo se atreven aquellos que aman la carne, que cometen actos malvados de la carne y están atrapados en pecados de libertinaje a tener el descaro de seguir viviendo? ¿No sabes que tales personas como vosotros sois gusanos que estáis más allá de la salvación? ¿Qué os califica para demandar esto y aquello? A la fecha no ha habido el menor cambio en aquellos que no aman la verdad y sólo aman la carne, así que, ¿cómo pueden tales personas ser salvas? Incluso hoy, aquellos que no aman el camino de vida, que no exaltan a Dios y no dan testimonio de Él, que planean por el bien de su propio estatus, que se ensalzan, ¿no siguen siendo los mismos? ¿Dónde está el valor de salvarlos? Si el hombre puede ser salvo no depende de qué tan bien calificado estés o cuántos años has estado trabajando, mucho menos en cuántas credenciales tienes. Depende de si tu búsqueda ha dado fruto. Debes saber que los que son salvados son los “árboles” que dan fruto, no los árboles con un follaje exuberante y abundantes flores que no dan fruto. Incluso si has pasado muchos años vagando por las calles, ¿entonces qué? ¿Dónde está tu testimonio? Tu reverencia por Dios es mucho más baja que tu amor por ti mismo y tus deseos lujuriosos, ¿no es alguien así un degenerado? ¿Cómo podrían ser un espécimen y modelo para la salvación? ¡Tu naturaleza es inalterable, eres demasiado rebelde, estás más allá de la salvación! ¿No son esos el tipo de personas que será eliminado? ¿El tiempo cuando Mi obra termine no es el tiempo de la llegada de tu último día? He hecho tanta obra y he hablado tantas palabras entre vosotros, ¿qué tanto de esto ha entrado en vuestros oídos? ¿Qué tanto de esto habéis alguna vez obedecido? Cuando Mi obra termine también será cuando dejes de oponerte a Mí y de estar contra Mí. Durante la duración de Mi obra, siempre actuáis contra Mí, nunca cumplís con Mis palabras. Hago Mi obra y tú haces tu propia “obra”, haces tu propio reinito, vosotros jauría de zorras y perros, ¡todo lo que hacéis es contra Mí! Siempre estáis tratando de traer a vuestro abrazo a aquellos que sólo os aman, ¿dónde está vuestra reverencia? ¡Todo lo que hacéis es engañoso! ¡No tenéis obediencia ni reverencia, todo lo que hacéis es engañoso y blasfemo! ¿Pueden tales personas ser salvadas? Los hombres sexualmente inmorales y lascivos siempre quieren atraer hacia ellos, para su propio placer a esas rameras coquetas. De ninguna manera salvaré a tales demonios sexualmente inmorales. Os odio demonios inmundos, vuestra lascivia y coquetería os sumergirán en el infierno, ¿qué tenéis que decir por vosotros mismos? ¡Vosotros demonios inmundos y espíritus malvados sois tan repulsivos! ¡Sois repugnantes! ¿Cómo puede ser salva esa basura? ¿Podrían ellos que están atrapados en el pecado todavía ser salvados? El día de hoy, esta verdad, este camino y esta vida no tienen ningún atractivo para vosotros; sois atraídos a la pecaminosidad, al dinero, a la posición, a la fama y la ganancia, a los disfrutes de la carne, a la guapura de los hombres y a la coquetería de las mujeres. ¿Qué os califica para entrar a Mi reino? Vuestra imagen es incluso mayor que la de Dios, vuestro estatus es mayor que el de Dios, por no decir nada de vuestro prestigio entre los hombres, os habéis convertido en un ídolo que las personas adoran. ¿No te has convertido en el arcángel? Cuando se revelen los resultados de las personas, que es también cuando la obra de salvación se acerque a su fin, muchos de aquellos entre vosotros seréis cadáveres que estáis más allá de la salvación y debéis ser eliminados.

 

de ‘Práctica (7)’ en “La Palabra manifestada en carne

 

Las personas que más tarde sobrevivan al reposo, todas habrán soportado el día de la tribulación y también habrán dado testimonio de Dios; todas serán personas que cumplen su deber y tienen la intención de obedecer a Dios. Los que simplemente desean usar la oportunidad de servir para evitar practicar la verdad no van a poder permanecer. Dios tiene estándares apropiados para el arreglo de los resultados de todas las personas; Él no simplemente toma estas decisiones de acuerdo a las palabras y conductas de alguien, ni tampoco las toma de acuerdo con su comportamiento durante un solo periodo de tiempo. Para nada va a ser indulgente con toda la conducta malvada de alguien debido al servicio pasado que haya hecho para Dios, ni tampoco va a perdonar de la muerte a alguien por un gasto momentáneo para Dios. Nadie puede evadir la retribución debida a su maldad y nadie puede cubrir su malvada conducta y, por lo tanto, evadir el tormento de la destrucción. Si alguien puede hacer en verdad su propio deber, entonces esto quiere decir que es eternamente fiel a Dios y no busca recompensas, independientemente de si recibe bendiciones o sufre desgracias. Si las personas son fieles a Dios cuando ven bendiciones, pero pierden su fidelidad cuando no pueden ver bendiciones, y al final todavía son incapaces de dar testimonio de Dios e incluso son incapaces de hacer su deber como deberían, estas personas que una vez prestaron servicio a Dios fielmente aun así van a ser destruidas. En resumen, las personas malvadas no pueden sobrevivir a la eternidad ni tampoco pueden entrar en el reposo; sólo los justos son los maestros del reposo.

 

de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”

 

Te recomiendo leer: El pueblo de Dios